Fotografía
Caucho
Energía
solar Polímeros
Antibióticos
Cambio climático
Petróleo
Emulsiones
La fotoquímica es el estudio de las transformaciones químicas provocadas por la luz.
El fenómeno fotoquímico precisa de fases principales: 1.° recepción de la energía luminosa; 2.° reacción química propiamente dicha. Según se opere con una sustancia única o con un sistema de varios cuerpos en presencia, se realizará, bien una descomposición de la sustancia en sus elementos (fotólisis), bien una combinación de varios cuerpos en uno solo (fotosíntesis).
1. Ley de absorción de Grotthus-Draper: Una radiación no puede provocar acción química más que si es absorbida por un cuerpo (o un sistema de cuerpos); si no, no puede haber transmisión de energía luminosa.
Es conveniente señalar que las radiaciones que constituyen el color de un cuerpo son justamente las no absorbidas. No tienen, por lo tanto, efecto sobre el mismo. Por el contrario las radiaciones complementarias de éste color son absorbidas y son susceptibles de acción. Por ejemplo, una sustancia de color verde emite el verde pero absorbe el rojo y el azul. No podrá ser descompuesta más que por estos dos últimos colores.
2. Ley energética: Para que una radiación luminosa actúe eficazmente, debe poseer una energía, por lo menos, igual a la necesaria para la transformación química.
Se sabe que la radiaciones poseen tanta más energía cuanto más cortas sean sus longitudes de onda (o más elevadas sean sus frecuencias). La energía transportada por un fotón viene dada por la expresión:
( c= velocidad de la luz)
en la que h es la constante de Plank, igual a 6,55x10-27 ergios.
3. Ley de la equivalencia fotoquímica (o ley de Einstein): A cada fotón absorbido, corresponde una molécula descompuesta o combinada.
Se sobreentiende que los fotones activos satisfacen la ley energética precedente.
Según esto se comprueba que prácticamente el número de fotones activos absorbidos en una reacción química, corresponde raramente al número de moléculas descompuestas con el número de fotones absorbidos,
se obtiene un rendimiento cuántico que varía entre amplios límites, de 0,1 a 1000 (y más). Sólo algunas reacciones tienen un rendimiento teórico igual a la unidad.
A pesar de estas contradicciones, no se puede poner en duda la validez de la ley de Einstein, y la razón de las variaciones experimentales es simple:
a) Cuando la reacción química exige una aportación de energía (reacción endotérmica), como en el caso de los haluros de plata, r es todo lo más igual a 1. En general es más pequeño, como en la descomposición fotoquímica del clorhídrico gas, pues esta reacción es reversible.
Para descomponer el amoníaco NH3 en nitrógeno e hidrógeno, por los rayos ultravioletas, son precisos cuatro fotones por molécula (= 0,25.).
Según la longitud de onda, se puede modificar el equilibrio fotoquímica a un sentido u otro. Así, en la reacción reversible
donde con el ultravioleta = 313 mm existe 44 % de ácido maleico y 56 % de ácido fumárico, mientras que con una onda más corta = 200 mm, el ácido maleico se regenera, con un 75 % de ácido maleico y 25 % de ácido fumárico. En el primer caso, el rendimiento cuántico es de 0,03 mientras que se eleva a 0,1, por la reacción inversa.
b) Cuando las radiaciones absorbidas provocan primero una activación de la molécula, que reacciona a continuación sobre una segunda molécula neutra para dar productos de descomposición, según el esquema siguiente:
el rendimiento cuántico es casi igual a 2.
Ciertas sustancias orgánicas sometidas a la influencia de la luz, cambian de color. Si se vuelven a colocar en la obscuridad toman de nuevo su color primitivo. Se trata de una variación reversible de color, que se denomina fototropía.
Los cuerpos que presentan fototropía son relativamente numerosos. Una exposición de un minuto a la luz de una lámpara de 50 vatios, colocada a 5 cm basta en general para operar el cambio de color, estando la sustancia fotótropa en solución acuosa, alcohólica o acetónica, y aún en estado cristalino.
Algunas veces, el color debido a la iluminación se mantiene varios días en la obscuridad antes de desaparecer pero, con mayor frecuencia, el retorno al estado primitivo es rápido. Daremos a continuación los nombres de algunos de los numerosos compuestos fotótropos.
· Benzaldehidofenilhidrazona, incolora se transforma en escarlata y muchas otras fenilhidrazonas.
· Clorhidrato de quinoquinoleína, cristales amarillos verdes.
· a-naftilaminoalcanfor (solución clorofórmica), incoloro verde.
· Tetrabenzoiletileno, incoloro amarillo.
· Trifenil fúlgido, amarillo pardo y otros fúlgidos.
Ácido diacetilamino-p-2,estilbeno-o-sulfónico, polvo amarillo claro rojo.
Derivados de la salicilidenamina:
· Saliciliden-o-anisidina,
· Salicilideno de -naftilamina,
· Salicilidenoanilina,
· Disaliciliden m-fenilenodiamina.
Naftilosazonas: -naftilosazona de anisilo, -naftilosazona de piperilo.
· Acetanilida-p-disulfóxido.
Ciertas materias colorantes.
Las carbazonas, tales como la fenilsemicarbazona del aldehido cinámico, sometidas varias horas a la luz difusa, dan origen a una modificación latente, invisible, la cual, situada a la sombra, se transforma en modificación visible amarilla, por una segunda exposición a la luz. Es el fenómeno de fototropía inversa.
La fotrotopía es atribuida a un desplazamiento reversible de los electrones, correspondientes a varias formas mesómeras de una misma sustancia (electrotropía).
Fotografía Caucho Energía solar Polímeros Antibióticos Cambio climático Petróleo Emulsiones